COLUMNISTA INVITADO
By MAldana
Coronafracking
Mucho hemos aprendido de esta pandemia y sus lecciones se extienden desde lo personal, pasando por lo económico, hasta llegar al petróleo.
Se han anunciado con ‘bombos y platillos’ las vacunas para contrarrestar el coronavirus, y con estas, vienen mil y una preguntas al respecto, donde las más
relevantes e iterativas son: La vacuna se hizo muy rápido, ¿sí es confiable?, ¿las pruebas realizadas sí son representativas?, ¿los efectos posteriores de las vacunas son peligrosos?, ¿la vacuna se hizo con ARN, por eso puede afectar mi ADN?, ¿la vacuna sí es segura?
A mi modo de ver todas ellas tienen un componente en común, temor a los resultados de la ciencia. Todos estos temores infundados por nuestra propia naturaleza hacen que no podamos superar de manera expedita esta etapa en la historia de la humanidad; y si a esto le sumamos el protagonismo que algunos personajes nacionales aprovechan para este año electoral y, además, las noticias falsas y el mal uso de las redes sociales, tenemos un coctel perfecto de desinformación que aprovechan los más osados a su favor.
Esta situación, se ha vivido entorno al mal llamado “fracking” petrolero, cuya situación es similar en cuanto al manejo que se le ha dado y la desinformación y malas interpretaciones por aquellos que, desconociendo la ciencia, han
mitificado esta técnica como dañina para el medio ambiente, e inclusive, se atreven a decir que afecta la sociedad.
La ciencia está al servicio de la humanidad y está para validar por medio de un proceso juicioso, todas aquellas desviaciones que puedan presentarse al momento de implementarse una vacuna para el coronavirus o para el “fracking” petrolero que busca incrementar las reservas del país, generando beneficios para todos los colombianos.
Mi invitación es que con una mano en el corazón y la otra en el cerebro, pensemos que lo mejor que puede hacer Colombia, es aplicar la ciencia y el método científico para validar si el “fracking” petrolero es perjudicial para la salud (como dice una pauta publicitaria), o, por el contrario, y como muchos estamos convencidos, es una puerta abierta para mejorar la producción de hidrocarburos que son necesarios en el corto y mediano plazo, para beneficio general y crecimiento colombiano. Hasta la próxima.