La trama legal que rodea la elección del actual alcalde de Tunja, Mikhail Krasnov, ha tomado un nuevo rumbo esta semana con el sorprendente retiro de la acción judicial por parte del abogado Juan Sebastián Ramírez García. Este letrado, quien fue el primero en impugnar la elección de Krasnov, presentó una solicitud formal ante el Tribunal Administrativo de Boyacá para retirar la demanda que había generado titulares en semanas anteriores.
Sin embargo, lo que ha causado aún más revuelo en la opinión pública es la revelación de que el propio Juan Sebastián Ramírez es beneficiario de un contrato con el municipio de Tunja por la considerable suma de $54.285.000. Este hecho ha generado interrogantes sobre la relación entre el retiro de la demanda y el contrato adjudicado al abogado, planteando inquietudes éticas y legales.
El alcalde Mikhail Krasnov no tardó en reaccionar a esta nueva situación. En un movimiento que agrega otro capítulo a esta intrigante historia, Krasnov envió una carta al Tribunal Administrativo de Boyacá. El asunto de la misiva es nada menos que la “solicitud de aceptación del retiro de la demanda” presentada por Juan Sebastián Ramírez García.
Esta historia peculiar deja en la mesa varias incógnitas: ¿Cómo afectará el retiro de la demanda la percepción pública sobre la legitimidad de la elección de Krasnov como alcalde? ¿Existe una conexión directa entre el contrato otorgado a Ramírez y su decisión de retirar la demanda? ¿El alcalde Krasnov busca, a través de esta solicitud al tribunal, influir en el curso de la justicia a su favor?
Los ciudadanos de Tunja se quedan a la espera de respuestas clarificadoras, mientras la atención se centra en este enigma legal que involucra un retiro judicial, un contrato financiero y un alcalde buscando la aceptación del tribunal para cerrar este capítulo controvertido. La justicia deberá dilucidar el verdadero trasfondo de esta historia y garantizar la transparencia en el proceso, en un caso que sigue capturando la atención de la opinión pública.