Boyacá permanece en alerta frente al Fenómeno de El Niño: Advierten sobre riesgo de incendios, heladas y deslizamientos
El departamento de Boyacá se encuentra en alerta ante las variaciones climáticas derivadas del Fenómeno de El Niño, según alertas emitidas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres.
En la actualidad, el territorio boyacense enfrenta condiciones climáticas contrastantes, con algunas zonas experimentando una intensa sequía, mientras que en otras se registran precipitaciones. Esta situación ha llevado a la emisión de alertas con el objetivo de prevenir emergencias y tomar medidas para mitigar impactos.
Una de las principales preocupaciones es la probabilidad de incendios de cobertura vegetal, heladas y deslizamientos de tierra en ciertos municipios. El Ideam ha destacado que tres localidades, Cubará, Jericó y Paya, se encuentran en alerta amarilla debido al riesgo de deslizamientos de tierra causados por la inestabilidad del terreno.
Además, se ha informado sobre la reducción significativa de los niveles en varios ríos del departamento. El río Moniquirá, a la altura de la capital de la provincia de Ricaurte, y el río Chicamocha, que afecta a varios municipios como Duitama, Sotaquirá, Sogamoso, Paipa, y otros, muestran descensos preocupantes debido a la escasez del recurso hídrico.
El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, hizo un llamado a la comunidad para proteger los páramos y otros ecosistemas estratégicos del departamento. Además, advirtió sobre la pronosticada ola de calor en los próximos días y solicitó a la población abstenerse de arrojar basuras o realizar quemas controladas que puedan desencadenar incendios.
El Gobierno de Boyacá Grande continuará coordinando acciones con organismos de socorro, alcaldías y el Gobierno nacional para hacer frente a posibles emergencias. La importancia de la prevención y la colaboración ciudadana se enfatiza en este momento crítico para la región, donde la responsabilidad ambiental se presenta como clave para afrontar el impacto del Fenómeno de El Niño.