Radiografía del feminicidio en Colombia: Investigación pone al descubierto desafíos y logros
El feminicidio, un crimen desgarrador que ha afectado a las mujeres colombianas durante décadas, se encuentra bajo el escrutinio de una investigación periodística que revela una radiografía detallada de este fenómeno. La Unidad de Investigación Periodística (UIP) del Politécnico Grancolombiano ha llevado a cabo la investigación «El feminicidio antes del feminicidio», ofreciendo una visión clara de las edades más vulnerables, señalando los vacíos legislativos actuales y desentrañando las razones detrás de la falta de cumplimiento en los procesos de prevención.
Entre 2015 y 2023, se han registrado 1.732 casos de feminicidio en Colombia, según la investigación, marcando una alarmante tendencia que ha llevado a la UIP a profundizar en las causas y efectos de este crimen. La aprobación de la Ley 1761 de 2015, conocida como Rosa Elvira Cely, introdujo el feminicidio como delito autónomo en el Código Penal colombiano, expandiendo la responsabilidad del Estado en los asesinatos por razones de género.
La investigación destaca la falta de datos oficiales antes de la implementación de la Ley Rosa Elvira Cely. Entre 2000 y 2015, según la Fiscalía General de la Nación, se registraron 15,457 homicidios dolosos contra mujeres, pero solo cinco de estos casos involucraban a un victimario con una relación cercana a la víctima. Datos de informes anuales de Medicina Legal revelan que en los primeros años del siglo XX, ya se contabilizaban 129 mujeres víctimas de lo que hoy se denomina feminicidio.
La investigación destaca la dificultad de obtener información confiable por parte del Estado, atribuyendo esta carencia a la histórica indiferencia hacia la vida de las mujeres arraigada en la cultura machista del país. Juliana Castellanos, directora de la UIP, afirma que esta actitud se refleja en documentos de Medicina Legal de finales de los años 90 que justifican la violencia contra las mujeres, culpabilizándolas y señalándolas como responsables.
El cambio comenzó con la aprobación de la Ley 1761 de 2015, marcando un hito al introducir el feminicidio como delito autónomo en el Código Penal Colombiano. «Tener un delito autónomo denominado feminicidio significa contar con medidas privativas de libertad superiores a las que se darían por cometer un homicidio», explican las investigadoras. Aunque la ley no ha frenado el delito, sí ha permitido visibilizarlo con denuncias, especialmente de mujeres en riesgo o las familias de las víctimas.
Las expertas entrevistadas para la investigación resaltan áreas cruciales en las que es imperativo avanzar, incluyendo la implementación efectiva de la legislación, la sensibilización de la sociedad, el acceso a la justicia, y la colaboración entre instituciones y organizaciones. Además, se destaca la necesidad de reducir la impunidad, proporcionar recursos adecuados para apoyar a las familias de las víctimas y abordar barreras de revictimización.
La investigación concluye resaltando la necesidad de implementar la institucionalidad no solo en áreas urbanas centrales sino también en regiones, municipios, ciudades intermedias y zonas rurales. La lucha contra el feminicidio requiere un enfoque integral que aborde no solo las consecuencias del crimen, sino también sus raíces profundas en la sociedad colombiana.
Para acceder a todos los detalles de la investigación, se puede consultar el siguiente enlace: https://feminicidios.poligran.edu.co/index.html