Funcionarios del ICBF de Tunja y Chiquinquirá alzan la voz por mejoras laborales y de infraestructura
En una manifestación unificada, empleados del Centro Zonal Tunja 2 del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) expresaron su descontento, exigiendo condiciones laborales y de infraestructura mejoradas. La protesta tuvo lugar frente a la sede de la entidad, donde los trabajadores buscaron llamar la atención de los directivos para garantizar un entorno más propicio para llevar a cabo sus responsabilidades diarias.
No es solo el personal del Centro Zonal Tunja 2 el que demanda mejoras; también los funcionarios de Chiquinquirá han alzado su voz, solicitando instalaciones adecuadas para realizar eficientemente su labor diaria. Pilar Forero, líder en Boyacá, subrayó la importancia de atender las necesidades de los trabajadores del ICBF en ambos lugares.
«Forero destacó el papel fundamental que desempeña el ICBF en la protección de los menores de edad en el departamento de Boyacá. Además, señaló las dificultades que enfrentan los trabajadores, quienes carecen de recursos, equipos informáticos y sistemas necesarios para desempeñar sus funciones. Tanto el Instituto Zonal de Tunja número 2 como el instituto de Chiquinquirá operan con instalaciones que datan de más de dos décadas y se encuentran en un estado deficiente», afirmó.
La lideresa enfatizó que las condiciones actuales no solo afectan a los trabajadores sino que también impactan directamente en la calidad del servicio ofrecido a los niños, no solo en Boyacá sino en todo el país. Forero destacó que la directora nacional del ICBF aún no ha emitido ningún pronunciamiento ante las crecientes preocupaciones planteadas.
«Es imperativo hacer ver que el trabajo de estos empleados es crucial para la protección de nuestros niños. No solo en Boyacá, sino en gran parte del país, donde se han registrado molestias en hogares sustitutos y centros zonales debido a esta problemática», enfatizó Forero.
Si las condiciones laborales y de infraestructura no experimentan mejoras significativas para los trabajadores en las sedes de Tunja y Chiquinquirá, advierten que podrían retomar las protestas como medida de presión para obtener respuestas y soluciones concretas. La atención a estas demandas se convierte en una prioridad para garantizar el bienestar tanto de los trabajadores como de los niños bajo el cuidado del ICBF.