La Cámara de Comercio de Tunja, encargada del manejo de los impuestos de los comerciantes en la capital de Boyacá, se encuentra envuelta en un escándalo tras la sorprendente destitución del revisor fiscal, quien denunció supuestos sobrecostos y manejos irregulares por parte del presidente ejecutivo de la institución.
La situación fue destapada por el medio Sigue La W, que tuvo acceso a dos comunicaciones de la Superintendencia de Sociedades alertando sobre la delicada situación en la Cámara de Comercio de Tunja. A pesar de ser una entidad privada, la Cámara maneja cerca del 98% de los impuestos recaudados a los comerciantes, representando un presupuesto anual de 14 mil millones de pesos.
El 15 de febrero de 2024, la Superintendencia de Sociedades envió una comunicación al presidente ejecutivo de la Cámara, Julián Andrés Galvis, informando sobre la situación crítica relacionada con los informes de la revisoría fiscal que alertaron sobre irregularidades y sobrecostos. La Superintendencia expresó que existen méritos para iniciar un proceso sancionatorio contra la Cámara de Comercio de Tunja por presunto incumplimiento del régimen jurídico aplicable.
El revisor fiscal destituido, Jorge Puin, explicó que fue removido de su cargo justo después de poner en conocimiento de las autoridades las posibles irregularidades, y denunció el abuso de autoridad y extralimitación de funciones por parte del presidente ejecutivo. Puin subrayó que su labor era inspeccionar y vigilar las operaciones de la Cámara para garantizar la transparencia en su gestión.
Entre las irregularidades señaladas, destaca la compra de un videoproyector láser corporativo por un valor unitario de $24.480.000, a pesar de que las cotizaciones indicaban un precio de $18.310.000. La Cámara adquirió cuatro unidades, generando un presunto detrimento patrimonial de $27.863.506, según detalla el informe en poder de los órganos de control.
Sigue La W también obtuvo el testimonio de un exmiembro de la Junta Directiva que alertó sobre direccionamiento en contrataciones, fraccionamiento de contratos, sobrecostos en compras de gasolina y papel, entre otras prácticas cuestionables.
Ante las revelaciones, Julián Galvis, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Tunja, emitió un comunicado indicando que la entidad sigue los procedimientos establecidos, ha informado a las autoridades competentes y está dispuesta a colaborar con las investigaciones en curso. Actualmente, funcionarios de la Superintendencia de Sociedades realizan investigaciones en la entidad para esclarecer las denuncias presentadas. La comunidad y las autoridades estarán atentas al desenlace de este escándalo que involucra a una institución clave para el desarrollo comercial en Boyacá.
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