La dura realidad del intenso verano y sus consecuencias se hace sentir en el municipio de Toca, donde cerca de 2 mil familias se enfrentan a condiciones extremas que amenazan su subsistencia. La falta de agua, pasto y ganado ha sumido a los agricultores y ganaderos en una situación crítica.
Las altas temperaturas provocadas por el Fenómeno del Niño, combinadas con heladas atípicas registradas entre el 8 y el 12 de abril en varios municipios de Boyacá, han dejado al descubierto las impactantes repercusiones en el campo. En Toca, se estima que alrededor de 1.800 familias se han visto afectadas por la drástica disminución del caudal de las fuentes que descienden del Páramo La Cortadera.
Estas fuentes abastecen a la Represa La Copa, cuyo nivel ha descendido significativamente, alcanzando apenas el 26,4 % de su capacidad. El alcalde del municipio, Germán Alonso Becerra, explicó la complejidad de la situación, señalando que los sistemas de acueducto de las veredas dependen directamente del agua proveniente del páramo. Por lo tanto, la disminución en los caudales ha impactado a todas las comunidades que se abastecen de estas fuentes.
Ante esta crisis, el mandatario local ha hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional y al Departamental para que envíen la ayuda prometida a los afectados en todo el país. La emergencia en Toca requiere atención inmediata para mitigar los efectos devastadores que está teniendo en la población.
La solidaridad y la colaboración de todas las instancias gubernamentales y de la sociedad en su conjunto son fundamentales para hacer frente a esta situación de emergencia y garantizar el bienestar de las familias afectadas. En momentos como este, la unidad y la acción coordinada son clave para superar los desafíos que plantea el cambio climático y sus impactos en las comunidades más vulnerables.