A pesar del pronóstico de lluvias, el ahorro de agua es crucial hasta que los embalses se recuperen
Las expectativas meteorológicas apuntan a la inminente llegada de la temporada de lluvias en Colombia, según los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). Sin embargo, a pesar de este panorama optimista, el llamado a la precaución y al ahorro de agua se mantiene firme hasta que los embalses logren recuperar niveles adecuados.
La posible influencia del fenómeno de La Niña y la temporada de ciclones tropicales que se avecina en junio ha encendido las alarmas en el país, especialmente después de un periodo de sequía marcado por el fenómeno de El Niño. Este último, aunque en su etapa de debilitamiento, ha dejado sus huellas, con un aumento significativo en los incendios forestales en 730 municipios, 293 de los cuales se encuentran en alerta roja. Además, 82 municipios en 14 departamentos han experimentado racionamientos de agua, lo que subraya la importancia de mantener las medidas de conservación del recurso hídrico.
La Ministra de Ambiente, Susana Muhamad, ha destacado la necesidad de seguir vigilando de cerca las condiciones atmosféricas y climáticas para determinar cuándo levantar las restricciones al consumo de agua. Explicó que marzo fue inusualmente seco debido a condiciones atmosféricas y al calentamiento del océano, pero se espera que las precipitaciones lleguen en las próximas semanas.
El retraso en las lluvias se atribuye, en parte, a fenómenos meteorológicos como el debilitamiento de los vientos y anomalías en las temperaturas oceánicas, exacerbados por el cambio climático. Según la Ministra Muhamad, este cambio climático ha elevado la temperatura promedio en varios municipios hasta en 2°C, lo que agrava la situación.
Ante este escenario, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha emitido directrices a las corporaciones autónomas regionales para reforzar medidas de protección de fuentes de agua y garantizar el suministro. Entre estas medidas se incluyen restricciones en actividades que puedan contaminar fuentes de agua, control y seguimiento del uso eficiente del agua y la prohibición del uso del agua potable para actividades no prioritarias.
Con la esperanza de que la temporada de lluvias traiga consigo la recuperación de los embalses y la prevención de emergencias, el gobierno nacional se prepara para afrontar los desafíos que puedan surgir, como derrumbes, deslizamientos e inundaciones. La prioridad sigue siendo la protección del recurso hídrico y la seguridad de las comunidades afectadas.