El escándalo de los carrotanques, que ha suscitado amplia atención mediática en diferentes regiones del país, ahora ha alcanzado a Boyacá, donde el gobernador Carlos Amaya ha sido objeto de señalamientos relacionados con presuntas irregularidades en la contratación de estos vehículos.
El pasado 3 de febrero, en un acto público en el Puente de Boyacá, se llevó a cabo la entrega de 30 carrotanques destinados a asistir a municipios afectados por el Fenómeno del Niño. Sin embargo, recientes denuncias surgidas en el programa «Sigue la W» de W Radio, han puesto en tela de juicio el proceso de adquisición de estos vehículos.
Según los periodistas de la mencionada emisora, los carrotanques no fueron adquiridos por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), como se había informado inicialmente, sino que fueron alquilados por tres meses a un costo de $6.355 millones. Esta revelación ha generado controversia, pues se estima que con esta suma se podrían haber adquirido los vehículos en cuestión.
Ante estas acusaciones, el gobernador Carlos Amaya se ha desmarcado de cualquier responsabilidad en el proceso de contratación de los carrotanques. En un video de casi tres minutos, Amaya afirmó enfáticamente que ni la gobernación ni las alcaldías invirtieron un solo centavo en el alquiler de los vehículos, subrayando que la solicitud de los carrotanques se hizo en el marco de la declaratoria de calamidad pública por el Fenómeno del Niño.
Además, Amaya se refirió al escándalo de corrupción que rodea a la UNGRD, expresando su comprensión hacia los cuestionamientos que enfrenta la entidad y manifestando su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer cualquier irregularidad. No obstante, reiteró que la gobernación de Boyacá no tiene relación alguna con los supuestos actos ilícitos en los que pueda estar involucrada la UNGRD.
Por otro lado, el programa «Sigue la W» también ha revelado detalles sobre la supuesta sobrevaloración en el costo del arrendamiento de los carrotanques. Según la información obtenida, el precio del alquiler fue considerablemente más alto que el costo real del servicio, lo que ha levantado sospechas sobre posibles prácticas irregulares en el proceso de contratación.
En conclusión, el caso de los carrotanques en Boyacá continúa generando polémica y levantando interrogantes sobre la transparencia en la contratación pública. Mientras tanto, las autoridades competentes seguirán investigando para esclarecer los hechos y determinar si existieron irregularidades en el proceso de adquisición de estos vehículos destinados a mitigar los efectos del Fenómeno del Niño en la región.
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