Las intensas lluvias que azotan la región han provocado el cierre de las dos vías alternas que conectan Boyacá con los llanos orientales, causando serios problemas para el transporte y la economía local. La Transversal del Sisga y la Transversal del Cusiana, ambas cruciales para el tránsito hacia los llanos, están actualmente intransitables debido a la caída de material sobre las calzadas.
Transversal del Cusiana: Un punto crítico
La situación es particularmente grave en la Transversal del Cusiana, que conecta Boyacá con Casanare. Esta vía, que ha sido objeto de millonarias inversiones, aún no ha sido completada y enfrenta ahora el colapso del Puente Los Grillos. Entre los municipios de Pajarito y Aguazul, el flujo constante de material ha obligado a un cierre total de la carretera, incluyendo para peatones.
Wilson Ávila, del cuerpo de bomberos de Pajarito, ha alertado sobre el aumento del nivel del río que bordea el municipio, aumentando el riesgo de más deslizamientos. El Instituto Nacional de Vías (INVIAS) ha señalado que la caída de material es persistente en el kilómetro 104 de la Transversal del Cusiana, entre Monterralo y Cupiagua, lo que ha hecho necesario suspender los trabajos de limpieza por la seguridad de los operarios.
Impacto económico y social
El cierre de estas vías está afectando severamente a los comerciantes y residentes locales, especialmente en Pajarito, donde la economía depende en gran medida de la apertura de la carretera. La noche del 29 de mayo, el pueblo enfrentó una crisis de alojamiento debido a la alta demanda generada por el derrumbe, lo que puso de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura local ante desastres naturales.
Acciones y perspectivas
Los contratistas han declarado que desconocen los procesos erosivos en la parte alta de la montaña, y con la caída continua de material, el cierre de la vía es inevitable. Sin embargo, se ha anunciado que las actividades de recuperación de la carretera se reanudarán este jueves 30 de mayo a primera hora, en un intento por restablecer el tránsito y mitigar las pérdidas económicas.
La situación exige una respuesta rápida y coordinada por parte de las autoridades para asegurar la estabilidad de las vías y la seguridad de las comunidades afectadas. Mientras tanto, los habitantes de Pajarito y otras áreas impactadas esperan una solución duradera que prevenga futuros cierres y minimice las interrupciones en su vida cotidiana y actividades comerciales.