El Ministerio de Hacienda de Colombia ha anunciado una medida clave que afectará el precio del diésel en el país, con el objetivo de reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Según lo informado, el incremento del diésel será de $6.000 y se realizará en tres ajustes semestrales, una decisión tomada tras no llegar a un acuerdo con los gremios del transporte.
Un Incremento Diferido
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, confirmó que el primer ajuste, de $2.000, se implementará antes de finalizar este año. Los siguientes dos incrementos, cada uno de $2.000, se llevarán a cabo a lo largo del 2025, uno a mediados de año y el último antes de que finalice el año. Esta estrategia tiene como objetivo mitigar el impacto en los fletes de los transportadores, quienes son los principales usuarios del diésel en el país.
Una Medida Necesaria
El ministro explicó que, desde el 1 de enero de 2020, el precio del diésel ha estado congelado, lo que ha contribuido a un déficit acumulado en el FEPC que cerró en $100,3 billones en 2023. De este monto, el 73% corresponde a los dos últimos años, lo que ha generado una presión significativa en las finanzas públicas del actual Gobierno. En 2023, se destinaron $26,4 billones para cubrir parte de este déficit.
Bonilla González destacó que el subsidio al diésel es inequitativo, ya que beneficia desproporcionadamente a los sectores con mayores ingresos de la población, además de ir en contra de los objetivos de transición energética y descarbonización de la economía. Sin embargo, enfatizó que, a pesar de ser una medida impopular, el incremento en el precio del diésel es inevitable.
Impacto en la Economía y el Futuro
Sin ajustes en el precio del diésel, se proyecta que el déficit del FEPC para 2024 alcanzaría los $11,6 billones. Este incremento diferido busca equilibrar la necesidad de cerrar el déficit con la de no generar un impacto abrupto en la economía, especialmente en el sector transporte, que juega un papel crucial en la cadena de suministro y en la dinámica económica del país.
La decisión de diferir el incremento del diésel refleja la complejidad de gestionar el equilibrio entre las necesidades fiscales y las demandas del sector transportador, en un contexto donde la transición energética y la sostenibilidad son cada vez más urgentes. El Gobierno del Cambio enfrenta así un reto significativo en su esfuerzo por corregir desequilibrios económicos y promover una economía más justa y sostenible.