El paro de transportadores que se desarrolla en Tunja ha afectado de manera significativa la asistencia escolar en las zonas rurales, poniendo en riesgo la continuidad educativa de cientos de estudiantes. Mientras en las áreas urbanas la situación se mantiene en relativa calma, las escuelas rurales enfrentan una realidad muy distinta.
Ahiliz Rojas Rincón, secretaria de Seguridad Territorial de Tunja, reveló esta mañana los desafíos que están experimentando las instituciones educativas rurales debido a la huelga de transportadores. “El colegio rural del sur ha registrado una asistencia del 50% de sus estudiantes, y tres escuelas rurales han tenido que suspender clases debido a las dificultades de transporte,” señaló Rojas Rincón, destacando la gravedad del problema.
La falta de transporte en estas zonas ha impedido que muchos estudiantes lleguen a sus escuelas, lo que está generando preocupación entre padres y maestros, quienes temen que la continuidad del paro afecte aún más la educación de los niños y jóvenes en estas comunidades.
El gobierno municipal está evaluando diversas soluciones para mitigar los efectos de la protesta en la educación rural. Entre las alternativas que se discuten, se contempla la implementación de transporte provisional y la flexibilización de las jornadas escolares. No obstante, las autoridades reconocen que es una situación compleja que requiere una solución pronta y efectiva.
Mientras tanto, la educación de los estudiantes rurales sigue en vilo, esperando que las negociaciones entre transportadores y el gobierno lleguen a un acuerdo que permita retomar las clases con normalidad.