Vicecontralor advierte que la equiparación del precio del ACPM y la gasolina es inevitable para el país
El Vicecontralor General de la República, Carlos Mario Zuluaga, aseguró que la decisión de igualar el precio del ACPM con el de la gasolina era una situación que los colombianos tarde o temprano debían enfrentar, en vista de los costos fiscales que ha generado el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Un estudio publicado por la Contraloría General hace un año reveló que el fondo ha representado un gasto fiscal para la Nación de aproximadamente $100 billones, ajustados a pesos constantes de 2023.
«La realidad es que si no resolvemos este problema, significa que los contribuyentes tenemos que seguir financiando el pago del FEPC, que durante 14 años no ha dado los resultados esperados», expresó Zuluaga. Estas declaraciones subrayan la necesidad urgente de abordar el impacto del fondo, el cual fue creado con el objetivo de mitigar la volatilidad de los precios internacionales de los combustibles, pero que ha resultado en un déficit financiero significativo para el país.
El costo del Fondo de Estabilización para la Nación
El FEPC ha sido un mecanismo que, aunque ha protegido a los consumidores de fluctuaciones bruscas en los precios del combustible, ha generado un fuerte impacto en las finanzas públicas. Desde su creación, el fondo ha acumulado déficit año tras año, lo que ha llevado a la Contraloría a insistir en la necesidad de una revisión estructural de su sostenibilidad.
Según Zuluaga, la fórmula de fijación de precios para el ACPM y la gasolina debía regularse con mayor rigurosidad. «Las tarifas tanto del ACPM como de la gasolina tenían que tener una regulación especial», recalcó, refiriéndose al estudio realizado por la Contraloría Delegada de Minas y Energía. La falta de control en este aspecto ha contribuido a la carga financiera que actualmente pesa sobre el Estado.
Una solución que involucra a los contribuyentes
El Vicecontralor también destacó que el concepto de subsidios, como el que se aplica a los combustibles, implica una contribución directa de los ciudadanos. «Cuando hablamos aquí de un subsidio, hablamos de una contribución para financiar un sector. No es que la plata sale de una cajita mágica y se le entrega a un sector. No, sale finalmente de todos nosotros que somos los contribuyentes», explicó Zuluaga, enfatizando que el costo del FEPC recae sobre la población en general.
El déficit del fondo ha sido un tema de discusión durante años, pero en la actualidad, la presión sobre las finanzas públicas ha llevado a una mayor urgencia en la búsqueda de soluciones. La equiparación del precio del ACPM con el de la gasolina, aunque impopular en algunos sectores, es vista por Zuluaga como un paso necesario para reducir el déficit fiscal y garantizar la sostenibilidad del sistema.
Conclusión
La decisión de equiparar los precios del ACPM y la gasolina no es simplemente un ajuste técnico, sino una medida fiscal necesaria para evitar que el déficit del FEPC continúe creciendo y afectando las finanzas públicas. Según el Vicecontralor Carlos Mario Zuluaga, este es un problema que los colombianos tenían que enfrentar tarde o temprano, y que implica que los contribuyentes seguirán asumiendo el costo si no se toman decisiones estructurales. La Contraloría General de la República ha reiterado la necesidad de revisar la sostenibilidad del FEPC para asegurar que no se sigan generando desbalances que afecten a toda la nación.