La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha identificado la tala y quema ilegal como las principales causas de los recientes incendios forestales que han afectado los municipios de San Miguel de Sema y Ráquira. A través de una visita técnica en la zona, la Dirección Regional de Chiquinquirá reveló la magnitud de estas prácticas ilegales y el daño que han ocasionado en el medio ambiente, subrayando la urgencia de proteger los recursos naturales de la región.
En un área protegida de la vereda San Cayetano, en Ráquira, la CAR descubrió talas ilegales sin permiso, con alrededor de 104 tocones resultantes de esta actividad ilícita. Con el apoyo de la Policía Ambiental, se incautaron 3.6 metros cúbicos de madera y dos motosierras utilizadas en la tala. Este tipo de prácticas ilegales no solo deteriora los ecosistemas locales, sino que contribuye a un aumento en los incendios forestales, exacerbando la crisis ambiental en el contexto del cambio climático.
“Desde la CAR hacemos un llamado a la comunidad para que se abstenga de estas prácticas ilegales. El cambio climático ya nos afecta gravemente, y actividades como estas ponen en riesgo nuestros ecosistemas”, indicó Yiber González, director regional de la CAR en Chiquinquirá.
La CAR comenzará intensificando la vigilancia en las áreas afectadas y fortaleciendo sus alianzas con las autoridades locales para prevenir y controlar el impacto de las prácticas ilegales en los bosques de Boyacá. Estos hallazgos resaltan la necesidad de una intervención más rigurosa en la preservación de los recursos naturales en Colombia, que proteja tanto la biodiversidad como la calidad de vida.