Hospital San Vicente de Paúl de Paipa enfrenta crisis financiera que amenaza su funcionamiento
El Hospital San Vicente de Paúl de Paipa se encuentra atravesando una crisis financiera que pone en peligro su capacidad de ofrecer servicios médicos y de cumplir con sus obligaciones salariales. Según la gerente de la E.S.E. Hospital San Vicente de Paúl, Katherine Van Arcken Martínez, en una reciente reunión con la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud), la entidad reportó una deuda cercana a los 2.500 millones de pesos. Este déficit, que ha ido creciendo a lo largo de los años, está afectando seriamente la sostenibilidad del hospital.
Van Arcken Martínez detalló que la situación financiera del hospital no es reciente, sino que viene arrastrándose desde hace varios años. “La Junta Directiva, en marzo de 2023, evidenció que la situación económica del hospital es crítica desde 2015. En marzo de 2016, la Supersalud calificó al hospital como en riesgo financiero, lo que significa que ya es una ‘enfermedad crónica’. Llevamos nueve años enfrentando esta situación”, afirmó la gerente.
El informe entregado por la gerencia del hospital señala que, durante la vigencia de 2022, la institución cerró con una deuda que ascendía a 2.800 millones de pesos, producto de los altos costos operativos y las dificultades para recibir los pagos correspondientes por parte de las EPS. Aunque la deuda disminuyó en 2023, la situación sigue siendo crítica, ya que el hospital cerró el año con un déficit de aproximadamente 2.400 millones de pesos.
“En 2023, la deuda se redujo un poco, pero aún seguimos con obligaciones significativas. A la empresa de servicios temporales Tempolab, que provee más del 75% del personal del hospital, les debemos facturas de noviembre y diciembre de 2023 por un total de 600 millones de pesos. Además, tenemos una deuda pendiente con los proveedores de medicamentos que ya supera los 700 millones de pesos en lo que va del año”, explicó Van Arcken Martínez.
La intervención de la Superintendencia Nacional de Salud
En la reunión con la Supersalud, se destacó la necesidad de hacer una revisión exhaustiva de los pasivos del hospital para determinar si los datos que se están reportando reflejan la verdadera situación financiera. La Superintendencia solicitó que se verifique la información y se precise el origen de las deudas acumuladas en los últimos años.
La respuesta de la Supersalud incluyó un llamado a la entidad para que revise sus pasivos de forma detallada, y se hizo énfasis en la necesidad de presentar un panorama más claro y realista sobre las deudas pendientes.
Compromiso del alcalde de Paipa
Ante la gravedad de la situación, el alcalde de Paipa, Germán Ricardo Camacho, se comprometió a gestionar recursos ante el Ministerio de Salud para garantizar el pago de las deudas pendientes y asegurar que los salarios de los empleados del hospital estén al día. “Es una prioridad para nosotros como administración municipal poder resolver esta crisis. Sabemos lo fundamental que es el Hospital San Vicente de Paúl para la comunidad de Paipa y la región, y trabajaremos de la mano con el Ministerio de Salud para conseguir los recursos que se necesitan para normalizar su funcionamiento”, afirmó el alcalde.
Camacho agregó que está dispuesto a tomar las medidas necesarias para asegurar que el hospital pueda seguir operando y brindando atención médica a la población. “Este es un esfuerzo conjunto entre la administración municipal, el Ministerio de Salud y la comunidad. Sabemos que la situación es difícil, pero estamos comprometidos a buscar soluciones efectivas para que el hospital pueda continuar con su misión”.
Un hospital crucial para la región
El Hospital San Vicente de Paúl es una de las principales instituciones de salud de la región y presta servicios médicos esenciales tanto a la población de Paipa como a los habitantes de municipios cercanos. Sin embargo, la crisis financiera que enfrenta amenaza con afectar la calidad de los servicios y la estabilidad laboral del personal médico y administrativo.
La falta de recursos suficientes ha dificultado la compra de insumos médicos y la contratación de personal temporal, lo que ha generado una presión adicional sobre los trabajadores del hospital. Ante este panorama, la comunidad local, los funcionarios municipales y las autoridades regionales están apelando a la colaboración interinstitucional para resolver la situación.
Con el compromiso de las autoridades locales y la colaboración del Ministerio de Salud, se espera que el Hospital San Vicente de Paúl pueda superar esta difícil situación y seguir cumpliendo con su labor vital en la atención sanitaria de los boyacenses.