Incendio en el Parque Natural Cortadera: Recuperación de 180 hectáreas tomará 50 años
El Parque Natural Regional Cortadera, ubicado entre los municipios de Toca y Pesca, fue devastado recientemente por un incendio que arrasó más de 180 hectáreas de bosque. Según las autoridades, el fuego fue aparentemente provocado y causó graves daños a los ecosistemas locales, incluidos importantes recursos hídricos y algunos frailejones que aún sobreviven en la zona.
Gracias a la rápida intervención de la comunidad, los Cuerpos de Bomberos de Toca y Chivatá, la Policía Nacional y los Guardaparamos, el incendio fue finalmente controlado y extinguido, evitando una mayor catástrofe ambiental. No obstante, los daños son significativos, y las autoridades ambientales advierten que la restauración de las hectáreas afectadas podría llevar hasta 50 años.
Lucas Martínez Pinzón, Guardaparamo de Toca, destacó la visita de los representantes de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), quienes realizaron un análisis detallado de los daños en la zona afectada. En su intervención, Martínez hizo un llamado a la comunidad para que se involucre en la conservación de estas áreas protegidas, vitales para la regulación hídrica y la preservación de la biodiversidad local.
El Parque Cortadera es crucial para la regulación hídrica del departamento, ya que en sus territorios nacen importantes ríos como Pesca, Tuta, Jordán, Salitre Muche, y es fuente de recarga para el embalse de la Copa, que abastece a varios municipios de Boyacá, como Pesca, Toca, Tuta, Siachoque y Rondón. La pérdida de estos ecosistemas compromete la estabilidad ambiental y el suministro de agua de cientos de familias.
Corpoboyacá ha hecho un llamado urgente a la ciudadanía para que se abstenga de realizar quemas que puedan escapar de control y seguir destruyendo nuestros páramos y ecosistemas, los cuales necesitan décadas para recuperarse. La restauración de los daños causados por este incendio es un desafío monumental que requerirá el esfuerzo colectivo de todos los habitantes del departamento.
Este suceso pone en evidencia la fragilidad de nuestros ecosistemas frente a la negligencia humana y subraya la importancia de la colaboración comunitaria y las autoridades ambientales para proteger el invaluable patrimonio natural de Boyacá.