¿Debería Jonas Vingegaard correr el Giro de Italia? Un riesgo innecesario
Recientemente, la noticia de que Jonas Vingegaard podría participar en el Giro de Italia ha vuelto a circular, alimentada por las propias declaraciones del ciclista danés. Sin embargo, aunque la idea de ver a Vingegaard en la Corsa Rosa resulte atractiva para muchos, podría ser el peor error que el campeón del Tour de Francia podría cometer en este momento de su carrera.
Existen varias razones fundamentales que probablemente llevarán a su equipo, el Jumbo-Visma, a descartar esta opción. La primera de ellas es la incertidumbre sobre su rendimiento en el Tour si participa en el Giro. Aunque Vingegaard es un ciclista de élite, el equipo no tiene garantías de que una preparación convencional para ambos grandes tours sea suficiente para vencer a Tadej Pogacar, su principal rival. De hecho, el propio equipo ha admitido que, incluso sin el accidente de Vingegaard en el País Vasco, el rendimiento en el Tour de 2024 habría sido difícil de prever después de los avances sorprendentes de Pogacar el año anterior.
A pesar de contar con una alineación impresionante, los neerlandeses están conscientes de que los rivales también tienen recursos significativos. El equipo de Pogacar, por ejemplo, dispone de un plantel de lujo que puede jugar un papel clave en su lucha por el maillot amarillo. Incluso, si los equipos árabes deciden enviar corredores a la lucha, su estrategia de desgaste podría complicar la tarea de Vingegaard en el Giro. Si bien el danés tiene las probabilidades a su favor para ganar el Giro, no se puede subestimar la competencia, que no dejará de plantear serios desafíos.
Otro aspecto crucial es la fatiga que implica disputar dos grandes rondas en la misma temporada. Participar en el Giro representaría una carga física y mental considerable para Vingegaard. En especial, al comparar sus características con las de Pogacar, quien, por personalidad, parece tener una mayor capacidad para lidiar con los retos de estas competiciones de tres semanas. Para Vingegaard, el desgaste puede ser aún más notorio, ya que no disfruta tanto de la competencia constante, lo que podría afectar su rendimiento.
El clima en Italia en mayo y el riesgo de enfermedades también juegan en contra. La fatiga física se suma a los riesgos de caídas, especialmente en un Giro tan exigente, con condiciones meteorológicas variables que podrían influir en el rendimiento del ciclista. Además, la separación de su familia durante un largo periodo podría resultar en un desgaste emocional adicional.
Aunque es tentador pensar en Vingegaard luchando por el Giro, la realidad es que el momento no es el más adecuado. El danés tiene mucho más que ganar si se concentra en reafirmar su dominio en el Tour de Francia, donde su capacidad de mejora es aún considerable, especialmente con la llegada de nuevos métodos de preparación y mejoras en su equipo.
Vingegaard podría, en su lugar, esperar para correr el Giro en una temporada futura, una vez que tenga una mejor comprensión de su nivel frente a Pogacar y otras figuras del pelotón. Participar ahora, cuando aún hay tantas incógnitas sobre su capacidad para desafiar al esloveno, podría ser un riesgo innecesario, tanto en términos físicos como mentales. El Giro de Italia puede esperar; lo más sensato es que el danés se enfoque en sus objetivos a largo plazo y siga trabajando en su preparación para los grandes objetivos de su carrera.