Tom Devriendt, ciclista del Q36.5 Pro Cycling Team, ha anunciado su retiro del ciclismo profesional a los 33 años, poniendo fin a una carrera marcada por momentos memorables, como su cuarto puesto en la París-Roubaix. Sin embargo, su despedida del deporte no fue por un motivo trivial, sino por una enfermedad que lo mantuvo al borde de la desesperación.
En una conmovedora entrevista, Devriendt relató cómo su estado de salud empeoró tras la Amstel Gold Race, cuando comenzó a experimentar graves problemas estomacales. “Después de la Amstel Gold Race, me fui directo a la cama para descansar, pero los problemas no cesaron. Durante ocho meses, tuve que ir al baño entre 10 y 12 veces al día, tanto de día como de noche”, contó, visiblemente afectado por el sufrimiento que lo acompañó durante ese tiempo.
El ciclista detalló la difícil situación que vivió, con episodios tan graves que lo dejaron postrado en cama durante 12 días seguidos tras el GP Monseré. «Realmente ya no podía hacer nada. Estaba agotado, completamente vacío, mi cuerpo estaba fuera de equilibrio», explicó, reconociendo la magnitud de los efectos de la enfermedad en su vida. Devriendt también confesó cómo su físico y su mente llegaron a un punto de quiebre. «Era como si mi alma estuviera abandonando mi cuerpo», recordó con un tono de dolor.
La situación llegó a tal extremo que antes del Tour de Flandes, temía no poder completar la carrera. “No pedaleé durante tres días antes del Tour porque tenía miedo de no llegar a la meta en Oudenaarde», relató. Sin embargo, fue la carga emocional lo que más lo afectó. «Cuando quería volver a casa después del Tour, me sentaba en el coche con los ojos cerrados y me quedaba allí un rato. Tenía miedo de no llegar a casa», confesó, visibilizando el sufrimiento psicológico al que se vio sometido.
Después de numerosos estudios y consultas médicas, a Devriendt se le diagnosticó la enfermedad de Crohn, una afección inflamatoria crónica que afecta el tracto digestivo y que, en su caso, causaba problemas graves de salud. Este diagnóstico puso fin a su carrera profesional y lo obligó a tomar la difícil decisión de retirarse del ciclismo.
Devriendt, quien alcanzó un notable cuarto lugar en una de las competiciones más prestigiosas del ciclismo, la París-Roubaix, se despide del deporte a una edad temprana, pero con la esperanza de poder encontrar equilibrio y salud en su vida fuera de las competiciones. Aunque su retiro llega a un momento inesperado, el ciclista deja un legado de lucha, perseverancia y valentía que será recordado por todos en el mundo del ciclismo.
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