La pobreza alimenta la inseguridad: Más de 21 millones de colombianos luchan por acceder a una canasta básica
La pobreza es la principal causa de inseguridad alimentaria en el mundo, y Colombia no es la excepción. Con 21 millones de personas viviendo por debajo de la línea de pobreza, un alarmante porcentaje de la población no tiene los recursos suficientes para acceder a una canasta básica de alimentos. En promedio, los colombianos en esta situación tienen ingresos mensuales de solo $331,000, lo que los deja al borde de la inseguridad alimentaria.
En el caso del departamento de Boyacá, la situación es igualmente grave. Según datos de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN), el 59.7% de los habitantes de Boyacá viven en inseguridad alimentaria, mientras que el 39.8% se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el 14.9% en pobreza extrema. Estos números reflejan un problema estructural que afecta a gran parte de la población colombiana.
Un dato alarmante es el nivel de desperdicio de alimentos en el país. La Red de Bancos de Alimentos de Colombia revela que el 40% de los alimentos producidos en el país se pierden desde la producción agropecuaria, el 23% durante el manejo y procesamiento de los productos, y el 21% en el sector de distribución, incluyendo plazas de mercado y supermercados. En otras palabras, se desperdicia una cantidad de alimentos que, si se gestionara adecuadamente, podría alimentar a millones de colombianos en situación de pobreza extrema.
Juan Carlos Buitrago, director ejecutivo de la Red de Bancos de Alimentos, subraya la magnitud del problema al afirmar: “En Colombia botamos la tercera parte de los alimentos que se producen. Con lo que botamos al año podríamos darle de comer a ocho departamentos de La Guajira durante todo el año, tres comidas al día. Con estos alimentos podríamos alimentar a los 7.4 millones de colombianos en pobreza extrema y aún sobrarnosían alimentos.”
Este escenario evidencia la necesidad urgente de una estrategia integral que aborde tanto la pobreza como la gestión eficiente de los recursos alimentarios en Colombia. Sin una acción decidida para reducir el desperdicio y mejorar el acceso a alimentos para los más vulnerables, la inseguridad alimentaria continuará siendo uno de los mayores desafíos sociales del país.