El deporte colombiano atraviesa su peor crisis financiera en décadas. Las 53 federaciones deportivas del país, a excepción de una, están al borde de la quiebra debido a millonarias deudas del Ministerio del Deporte, lo que ha paralizado la actividad de los atletas y entrenadores. La situación se agrava aún más en un año clave para el deporte, con el inicio del ciclo olímpico rumbo a los Juegos de Los Ángeles 2028.
A pesar de contar con un presupuesto de 1,3 billones de pesos colombianos para 2024, el Ministerio ha sido duramente criticado por su mala ejecución, con solo un 24,1% de los recursos destinados al deporte. La gravedad de la crisis ha obligado a federaciones emblemáticas como la de ciclismo a contemplar la venta de sus activos, lo que refleja la magnitud del colapso económico.
La ministra del Deporte, Luz Cristina López, ha sido señalada por su ineficaz manejo de la situación. A pesar de contar con contratos millonarios, como el que firmó con la Federación Colombiana de Ciclismo por más de 2.500 millones de pesos, la falta de pagos ha afectado gravemente a diversas disciplinas, poniendo en riesgo la sostenibilidad de las federaciones.
En un contexto en el que el presidente Gustavo Petro había prometido convertir el deporte en un eje clave de su gobierno, la realidad es desalentadora: las deudas superan los 20.000 millones de pesos, y algunos deportes, como el atletismo y el baloncesto, enfrentan serios problemas financieros que amenazan su supervivencia.
La falta de planificación y ejecución también ha afectado eventos importantes como los Juegos Nacionales y los Juegos Sudamericanos Escolares, obligando a los gobernadores a asumir costos que deberían haber sido cubiertos por el Ministerio.
Con el futuro del deporte colombiano en juego, el llamado a una pronta solución se hace más urgente que nunca. Las federaciones y los deportistas esperan respuestas claras y una pronta reactivación para no perder los logros conseguidos a nivel internacional.
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