Un grupo de ambientalistas del Occidente de Boyacá ha elevado una fuerte petición sobre la situación de la Laguna de Fúquene, uno de los cuerpos de agua dulce más importantes de la región, que desde hace años ha enfrentado un grave deterioro ambiental. La situación es cada vez más preocupante, ya que este ecosistema vital para la biodiversidad y las comunidades circundantes está en riesgo de desaparecer si no se toman medidas urgentes.
En un acto de protesta y buscando generar conciencia, el colectivo ambientalista ‘Por Fúquene Todos en Acción’, junto con otras organizaciones de la región, ha solicitado que se evalúe la responsabilidad de la Corporación Autónoma Regional (CAR) en el deterioro de la laguna. La CAR es la entidad encargada de la gestión y protección del medio ambiente en la región, pero según los ambientalistas, ha fallado en cumplir con su misión de preservar este valioso recurso natural.
La petición fue respaldada por 128 personas provenientes de 11 municipios distintos de Boyacá y Cundinamarca, quienes exigen una respuesta inmediata frente al grave estado de la laguna. En el documento, se solicita que los funcionarios públicos clave, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López; la ministra de Ambiente, Susana Muhamad; el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García; y el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, asuman una postura clara sobre el futuro de la CAR y su implicación en la protección de la Laguna de Fúquene.
La laguna, que ha sido objeto de múltiples estudios y alertas por su deterioro, enfrenta problemas como la contaminación, la reducción de su nivel hídrico y la pérdida de biodiversidad. Estos problemas han sido atribuibles a diversas causas, como la expansión urbana desmedida, la contaminación por desechos industriales y la extracción ilegal de agua. A pesar de los esfuerzos de los grupos ambientales y de las autoridades locales, la situación sigue empeorando, lo que ha llevado a la comunidad a alzar la voz y pedir acciones más efectivas y responsables.
El colectivo ‘Por Fúquene Todos en Acción’ ha expresado su preocupación por el futuro de la laguna y ha dejado claro que, de continuar este ritmo de deterioro, el ecosistema podría desaparecer en las próximas décadas, lo que afectaría gravemente tanto a la fauna y flora local como a las comunidades que dependen del agua de la laguna para sus actividades cotidianas.
El llamado a la acción no solo cuestiona la efectividad de la CAR en su rol como ente protector del medio ambiente, sino que también insta a una revisión a fondo de la gestión ambiental en la región, buscando soluciones innovadoras y sostenibles que garanticen la conservación de este valioso recurso hídrico. Los ambientalistas, con su pedido de revisar la estructura de la CAR, esperan que se tomen medidas más contundentes que eviten que la Laguna de Fúquene siga su curso hacia la desaparición.
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