La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha intensificado las acciones de control contra la destrucción de frailejones en zonas de páramo, luego de que se detectara la remoción de 44 individuos de Espeletia en el páramo de Rabanal, en el municipio de Ráquira, Boyacá. Esta planta, esencial para la regulación hídrica y el equilibrio de los ecosistemas altoandinos, fue arrancada sin considerar su importancia para la recarga de acuíferos y fuentes hídricas.
Alfred Ballesteros, director de la CAR, lamentó la destrucción y destacó que este tipo de prácticas, vinculadas a la expansión de la frontera agrícola, continúan afectando áreas de restauración. Los frailejones, además de regular el agua, actúan como sumideros de carbono y protegen los suelos de la erosión, contribuyendo a la adaptación al cambio climático.
Este caso se suma a otro ocurrido en enero, donde se destruyeron 247 frailejones en los páramos de Telecom y Merchán, municipio de Saboyá. Ambas situaciones ya están siendo investigadas por la Fiscalía. Mientras tanto, la CAR ha impuesto medidas preventivas y continuará con el proceso sancionatorio contra los responsables.