Una fuerte emergencia invernal golpea a Boyacá: 36 municipios han declarado la calamidad pública por deslizamientos, inundaciones y daños viales, especialmente en el sur del departamento.
El caso más crítico se registra en Santa María, donde un deslizamiento de 200 hectáreas provocó un represamiento parcial del río Lengupá y obligó a evacuar a ocho familias. En total, 45 hogares resultaron afectados.
Vías como la transversal del Sisga y la ruta Garagoa–Tibaná permanecen bloqueadas, mientras maquinaria trabaja en condiciones extremas para restablecer el paso. Las lluvias continuarán durante julio, según el IDEAM.
La Gobernación mantiene la alerta roja y refuerza los operativos de atención y prevención, ante una temporada de lluvias que ya supera las previsiones iniciales.