Tunja, capital boyacense, se erige como un bastión de biodiversidad con la joya natural conocida como «El Malmo». Expertos en biodiversidad, en colaboración con las autoridades locales y académicos, han emprendido esfuerzos para comprender a fondo la riqueza medioambiental que este lugar alberga. Se revela que El Malmo es un epicentro de especies endémicas, un tesoro ecológico único que requiere atención y protección.
En este enclave natural, se ha identificado una abundancia incalculable de especies endémicas, destacándose, por ejemplo, más de tres géneros de orquídeas exclusivas de la zona. La importancia de estas especies radica en que solo se encuentran en este ecosistema específico, haciendo de El Malmo un santuario de biodiversidad. Entre ellas, diversas variedades de orquídeas revelan su esplendor en este rincón de Tunja.
Además de las orquídeas, la región alberga árboles protegidos, testigos del pasado cuando la tala amenazaba la zona. Conservar estos pocos reductos y trabajar en su multiplicación se vuelve imperativo para la preservación de la especie. Manuel Gálvis, ambientalista tunjano y docente de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), destaca la presencia única de helechos y otras especies particulares que enriquecen la reserva de El Malmo.
Gálvis enfatiza que, a pesar de los avances lentos en la protección y políticas ambientales, existen esfuerzos continuos en la región. Tanto administraciones municipales como Corpoboyacá han implementado planes y programas para intervenir El Malmo, con el objetivo de conocer y preservar las especies siguiendo las normativas nacionales. La Universidad también ha contribuido con la creación de cartillas que destacan las especies endémicas de Tunja, muchas de las cuales son desconocidas para la mayoría.
El llamado de Gálvis es claro: todas las administraciones deben perseverar en la revitalización del sendero de El Malmo. Las secretarías y la Corporación Ambiental deben abordar preocupaciones sobre la valoración del recurso, evitando problemas como la pérdida de tierras o la invasión, así como la presencia de ganado que podría amenazar la integridad del ecosistema.
El Malmo, con su riqueza biológica única, exige una acción conjunta y urgente para garantizar su preservación. La protección de estas especies endémicas no solo es esencial para el equilibrio ecológico sino también para la identidad y el patrimonio natural de Tunja.