En medio de la creciente crisis ambiental que afecta a varias regiones de Colombia, una tragedia golpea a la zona rural del municipio de La Capilla, en Boyacá, donde un campesino adulto mayor perdió la vida en un devastador incendio forestal.
Según relatos de los vecinos del sector, el hombre, lamentablemente, no logró escapar de su vivienda a tiempo, quedando atrapado en medio de las voraces llamas que consumieron su hogar y la vereda Las Peñas. La falta de lluvias y las altas temperaturas han creado condiciones propicias para la propagación de incendios forestales en diferentes partes del país.
La calamidad pública ha sido declarada en la ciudad de Santa Marta y en los departamentos de Córdoba y Boyacá, donde emergencias similares amenazan a las comunidades. La víctima, siendo la primera mortalidad reportada en los incendios forestales de Boyacá, destaca la gravedad de la situación y la urgencia de abordar este problema ambiental de manera efectiva.
El Cuerpo de Bomberos de la capital del Magdalena hace un llamado desesperado a la ciudadanía, solicitando la colaboración para evitar la quema de basuras y, de esta manera, reducir la propagación de los incendios forestales en los cerros secos. La conciencia ambiental y la responsabilidad colectiva se vuelven cruciales para frenar la amenaza que enfrentan diversas comunidades en el país.
En paralelo, la sequía en Córdoba ha llevado al desabastecimiento de agua potable en cerca del 50% de los municipios, generando una situación crítica que afecta a miles de personas. Mientras tanto, en Guatapé, oriente antioqueño, las autoridades han confirmado el racionamiento de agua nocturno, de 11:00 de la noche a 5:00 de la mañana, de manera indefinida. Esta medida se adoptó debido a los niveles mínimos de los tanques de la empresa de servicios públicos del municipio, causados por las escasas lluvias.
La tragedia en Boyacá es un llamado de atención sobre la urgencia de implementar medidas efectivas para enfrentar el cambio climático y proteger las zonas vulnerables a incendios forestales. La solidaridad y el compromiso de la sociedad son esenciales para superar esta crisis ambiental y evitar más pérdidas humanas y daños irreparables en el entorno natural.