Tras el fallecimiento de Sandra Milena López Medina, quien desempeñaba labores como contratista para la alcaldía de Tunja, se ha desatado una polémica sobre la existencia de un contrato vigente y si la administración municipal cumplió con las medidas de protección laboral que la situación de salud de la fallecida demandaba.
La incertidumbre comenzó a crecer cuando, luego del deceso de López Medina, se emitieron tres comunicados contradictorios que confundieron a la opinión pública. En el primero, se afirmaba categóricamente la ausencia de un vínculo laboral actual con la alcaldía. Sin embargo, el segundo comunicado, emitido por la Alcaldía Mayor de Tunja, lamentaba el fallecimiento de la trabajadora y la nombraba como parte activa del personal de la administración. El tercero, proveniente de la familia de la fallecida, contradecía el primer comunicado y mencionaba un contrato fechado a partir del 30 de enero, aunque quedó a la espera del acta de inicio.
Para arrojar luz sobre la situación, Ahiliz Rojas Rincón, secretaria del Interior y Seguridad Territorial de Tunja, se pronunció al respecto. Confirmó que la vinculación de Sandra Milena se realizaba mediante un contrato, y que el año anterior dicho contrato fue liquidado el 30 de diciembre, debiendo realizarse una nueva contratación. Según Rojas Rincón, Sandra Milena se presentó en la oficina durante la segunda semana de enero expresando su voluntad de continuar, y se le indicaron los documentos que debía presentar para llevar a cabo la renovación contractual.
La controversia persiste, y la ciudadanía demanda claridad en este asunto que involucra la relación laboral de la fallecida con la alcaldía. La falta de transparencia en los comunicados ha generado desconfianza, y la administración municipal enfrenta la tarea de esclarecer la situación y brindar la información necesaria para disipar las dudas que rodean el misterio en torno al contrato de Sandra Milena López Medina.
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