En un esfuerzo sin precedentes, el alcalde de Tunja y el gobernador de Boyacá están uniendo fuerzas para hacer realidad la quinta fase del proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Tunja. En medio de un encuentro con los alcaldes de la provincia Centro y en el contexto de la construcción del Plan de Desarrollo departamental, el gobernador Carlos Amaya reveló los detalles sobre cómo se financiará este ambicioso proyecto.
Según Amaya, la PTAR de Tunja representa una inversión significativa de al menos 30 mil millones de pesos, y la clave para su ejecución radica en la colaboración de múltiples actores y la distribución adecuada de los aportes económicos. Este proyecto no solo beneficiará a Tunja resolviendo sus problemas de tratamiento de aguas residuales, sino que también contribuirá a la descontaminación del río Chicamocha y preservará los ecosistemas estratégicos en la región.
Durante el encuentro, Amaya destacó la importancia del proyecto no solo para Tunja sino para la región en su conjunto. Explicó detalladamente cómo se distribuirían los aportes económicos y expresó su optimismo sobre la posibilidad de concretar el proyecto en un futuro cercano.
“El mensaje que yo quiero dar es que estamos en eso, todavía no es un hecho. Hay que esperar cerrar los Certificados de Disponibilidad Presupuestal (CDP) y hay que pasarlos; todo tiene un procedimiento, pero si todos lo logramos, el 06 de marzo la Ministra estará firmando en Boyacá este proyecto”, afirmó Amaya.
El gobernador resaltó la necesidad de comprender que la construcción de la PTAR de Tunja no solo beneficia a la ciudad, sino que también tiene un impacto positivo en localidades circundantes. “Hacer la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Tunja no es resolverle un problema a Tunja; es ayudar a descontaminar el río Chicamocha también, es cuidar nuestros ecosistemas estratégicos, es ayudar para que Tuta no sufra tanto Oicatá y otros municipios de la región”, subrayó.
El esfuerzo conjunto entre el alcalde de Tunja y el gobernador de Boyacá refleja un compromiso con el medio ambiente y la calidad de vida de los habitantes de la región. La concreción de este proyecto no solo marcará un hito en el tratamiento de aguas residuales sino que también sentará un precedente para futuras colaboraciones en pro del desarrollo sostenible en Boyacá.