En medio del desafío que representa la inflación para millones de hogares en Colombia, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) se encuentran en una encrucijada, buscando estrategias para sobrevivir en un entorno económico cada vez más desafiante. Estas empresas, que representan casi el 99% del tejido empresarial colombiano, generan cerca del 80% del empleo y aportan el 40% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, enfrentan una serie de desafíos que amenazan su viabilidad.
En el departamento de Boyacá, la situación es particularmente preocupante, con la ciudad de Tunja registrando una inflación anual del 14%, una de las más altas del país. Este panorama plantea un escenario complicado para las mipymes locales, que se ven obligadas a lidiar con factores como los altos costos de materias primas, el aumento en los gastos laborales y los elevados precios del transporte.
Según la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), en el cuarto trimestre del 2022, el 37% de las mipymes manifestaron tener problemas de abastecimiento de materias primas, principalmente debido a los altos costos y la escasez de insumos para producir. Además, enfrentan dificultades como la demora en importaciones y la poca oferta de contenedores para el transporte de mercancías.
El panorama se complica aún más con el aumento en los costos de financiamiento, debido a la continua alza de tasas para controlar la inflación. Ante esta situación, las mipymes buscan soluciones que les permitan mantener su competitividad y estabilidad financiera. La clave radica en tener un mayor control de costos y una eficiencia más alta en las operaciones empresariales, de modo que los incrementos se trasladen de manera mínima a los precios finales para los consumidores.
Para ello, el acceso a herramientas financieras adecuadas es fundamental. Bancóldex, como banco que promueve el desarrollo empresarial, ofrece opciones financieras diseñadas para las mipymes, incluyendo líneas especiales de crédito con beneficios en sus condiciones financieras, que les ayudan a obtener financiamiento competitivo y a ejecutar planes de modernización.
Además, la capacitación y el acompañamiento en educación financiera son esenciales para mejorar la gestión de recursos de los empresarios y enfrentar los desafíos económicos actuales.
En conclusión, las mipymes de Boyacá están decididas a encontrar soluciones frente a la inflación, apostando por un manejo eficiente de sus operaciones y aprovechando las herramientas financieras disponibles para asegurar su permanencia en el mercado y contribuir al desarrollo económico regional.