La ola invernal que azota al departamento de Boyacá ha provocado deslizamientos de tierra y cierres de vías, impactando significativamente los precios de la canasta familiar en la región. Los productos agrícolas que provienen del Casanare y Arauca, como frutas y tubérculos, han experimentado un alza en sus precios debido a las dificultades de transporte ocasionadas por los bloqueos.
En la Plaza de Mercado de Tunja, el incremento de los precios ya se siente. Productos esenciales como el plátano, la yuca y la papaya, que llegan desde los Llanos Orientales, han visto un aumento en sus costos debido a los cierres en la Transversal del Cusiana, la Transversal del Sisga y la vía entre Macanal y Santa María.
“La papaya ha venido escaseando en los últimos días y su precio se ha elevado considerablemente porque, como indicaba, la traen de Casanare y el recorrido que hacen es bastante largo por el Meta”, explicó un comerciante local. Este desvío y el tiempo adicional en transporte contribuyen al aumento de precios, afectando tanto a los comerciantes como a los consumidores.
En contraste, las hortalizas, que se cultivan en el centro de Boyacá, mantienen precios más accesibles. “En cuanto a las hortalizas, estas están a un precio cómodo porque llegan de aquí del centro de Boyacá y ahorita el cilantro está económico”, añadió el comerciante.
No obstante, la papa, un producto esencial que se cosecha dentro del departamento, también ha visto un aumento en su precio, con la carga alcanzando los $340.000. Esta alza se debe en parte a los costos adicionales de transporte y logística en medio de los cierres viales.
La situación actual subraya la vulnerabilidad de la cadena de suministro agrícola ante las condiciones climáticas adversas y la importancia de mantener vías de comunicación abiertas y seguras. Las autoridades están llamadas a buscar soluciones rápidas y efectivas para mitigar estos impactos y garantizar el abastecimiento adecuado de productos básicos a precios razonables.
Mientras tanto, los consumidores en Boyacá deberán enfrentar estos incrementos en la canasta familiar, adaptándose a las fluctuaciones de precios que trae consigo la temporada de lluvias y los cierres viales.
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