La ciudad de Tunja enfrenta una nueva controversia en torno a las obras de construcción que se desarrollan en la Glorieta Norte, un punto clave de la movilidad en la capital boyacense. Las obras, que forman parte del cumplimiento de una Acción Popular ordenada por el Juzgado Tercero Administrativo del Circuito de Tunja, han generado preocupación entre las autoridades locales y los habitantes de la ciudad.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), encargada de la administración del corredor nacional Ruta 55 – Troncal Central del Norte, ha liderado estas obras. Sin embargo, desde la Secretaría de Movilidad y Vida Territorial de Tunja han expresado su inconformidad con la ejecución del proyecto, alegando que las propuestas realizadas por el ente local para mejorar la movilidad en la zona no han sido tenidas en cuenta.
En febrero de este año, la Administración Municipal, representada por las secretarías de Movilidad y Vida Territorial e Infraestructura Territorial, participó en mesas de trabajo coordinadas por la ANI y el concesionario encargado del mantenimiento del corredor. Durante estas reuniones, se discutieron las posibles soluciones para resolver el conflicto peatonal en la Glorieta Norte. Sin embargo, la propuesta de la ANI de implementar una estructura tipo pompeyano en el acceso sur de la Avenida Oriental y la conexión a la diagonal 38, vía Bucaramanga, fue rechazada por la Secretaría de Movilidad local debido a la inviabilidad de la infraestructura y el impacto negativo que tendría en la movilidad del sector.
A pesar de la oposición, la ANI decidió seguir adelante con la construcción de la infraestructura vial mencionada, ignorando las recomendaciones técnicas de la Secretaría de Movilidad, que proponía en su lugar la demarcación de pasos peatonales tipo cebra, acompañados de medidas de pacificación y reducción de velocidad. Estas medidas, según la Secretaría, serían menos restrictivas y garantizarían pasos peatonales seguros para los habitantes de Tunja.
Ante la negativa de la ANI de reconsiderar su decisión, la Secretaría de Movilidad radicó un oficio en el que rechaza las medidas que, según argumenta, afectan la calidad de vida de los tunjanos. En respuesta, la Agencia Nacional de Infraestructura reafirmó su postura y se negó a evaluar otras alternativas.
La situación ha escalado al punto en que la Secretaría de Movilidad y Vida Territorial ha anunciado que impedirá el avance de las obras en la Avenida Oriental hasta que no se realice una nueva mesa de trabajo que permita la evaluación de alternativas más adecuadas para la movilidad de la ciudad. La tensión entre las autoridades locales y la ANI mantiene en vilo a la ciudadanía, que espera una solución que priorice su bienestar y seguridad.