La creciente problemática del transporte ilegal de pasajeros en la ruta entre Yopal y Sogamoso ha encendido las alarmas en Boyacá y Casanare. Mientras las empresas de transporte intermunicipal que cubren esta ruta han acatado la resolución del Instituto Nacional de Vías (Invías) que mantiene cerrada la transversal del Cusiana debido a las fisuras y fallas estructurales en el puente Chorro Blanco, los vehículos piratas están aprovechando la situación para lucrarse a expensas de la seguridad de los pasajeros.
Este transporte ilegal cobra a cada pasajero la suma de 70.000 pesos por el trayecto entre Yopal y Sogamoso, utilizando el tramo cerrado por Invías. Según el director general del instituto, Juan Carlos Montenegro Arjona, el puente Chorro Blanco podría colapsar en cualquier momento, lo que convierte a esta práctica en un riesgo inminente para quienes transitan por esta vía.
Mientras tanto, las empresas de transporte legal han optado por desviar sus rutas por la vía Labranzagrande-El Morro-Yopal, para garantizar la seguridad de sus pasajeros. Sin embargo, a pesar de la prohibición, tractomulas, camiones y automóviles pequeños continúan transitando por el puente Chorro Blanco, ignorando las advertencias y el cierre impuesto por Invías.
Ante esta situación, es urgente que las autoridades de tránsito y transporte tomen medidas más estrictas y realicen operativos en la zona para evitar una posible tragedia. La situación no solo pone en peligro la vida de los pasajeros, sino que también subraya la necesidad de mayor control y supervisión para prevenir que el transporte ilegal siga operando en vías inseguras y cerradas al tráfico.
El caso del puente Chorro Blanco es un claro ejemplo de cómo la falta de cumplimiento y vigilancia puede tener consecuencias devastadoras. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando una respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes para garantizar su seguridad en las carreteras de la región.
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