La tranquilidad en la capital boyacense se ha visto seriamente afectada en los últimos meses debido al incremento de los casos de fleteo, un tipo de delito que ha generado gran preocupación entre los habitantes. En un lapso de menos de cuatro meses, se han registrado al menos dos casos y un intento de fleteo, todos perpetrados por hombres armados que se movilizan en motocicletas.
El caso más reciente ocurrió en el barrio Santa Ana, al norte de la ciudad. Imágenes de cámaras de seguridad muestran cómo un vehículo particular fue interceptado por dos sujetos que, armados, se desplazaban en una motocicleta. Los delincuentes amenazaron al conductor del vehículo, quien, pese a la intimidación, no descendió del automóvil. El parrillero, sin embargo, logró abrir la puerta del pasajero y arrebatarle un bolso a la acompañante del conductor. Durante el forcejeo, parte del dinero que llevaba la víctima salió volando, pero los criminales lograron llevarse una porción del botín. En su apresurada huida, abandonaron tanto la motocicleta como el arma utilizada.
Otro caso significativo se registró el pasado 23 de julio, cuando la señora Zoila Rosa Sánchez y el representante legal suplente de la empresa para la que trabajan fueron víctimas de un fleteo en la Plaza Real. Según el relato de Sánchez, tras retirar una considerable suma de dinero del Banco de Bogotá en Unicentro Tunja, se dirigieron a Plaza Real para realizar una consignación en otra entidad bancaria. Fue en ese momento cuando un hombre armado, cubierto con un pasamontañas, se acercó y despojó a su compañero de una maleta. Aunque afortunadamente el dinero ya no estaba en la maleta, el delincuente se llevó un computador y otras pertenencias.
La situación en Tunja es alarmante, ya que los fleteos han resultado en pérdidas de al menos 300 millones de pesos. Pese a la gravedad de los hechos, la ciudadanía manifiesta su inconformidad ante la aparente falta de acción por parte de las autoridades locales. “La alcaldía no dice ni mu y la fiscalía no ha informado cómo van las investigaciones”, comentan preocupados los residentes, quienes exigen respuestas y medidas concretas para frenar esta ola de inseguridad.
El aumento de estos delitos ha generado un clima de tensión en la ciudad, donde comerciantes y ciudadanos exigen mayor presencia policial y avances en las investigaciones que permitan dar con los responsables de estos actos delictivos. Tunja, una ciudad conocida por su tranquilidad, enfrenta un desafío importante en su lucha contra el crimen, y la respuesta de las autoridades será crucial para restaurar la confianza y seguridad entre sus habitantes.