Colombia enfrenta una grave crisis de violencia de género que no da tregua. En lo que va del 2024, se han registrado 672 feminicidios en todo el país, 16 de ellos en el departamento de Boyacá, una cifra alarmante que refleja el drama de muchas mujeres que siguen siendo víctimas de violencia machista. Sin embargo, las estadísticas oficiales podrían ser solo la punta del iceberg, ya que la falta de una tipificación clara de los feminicidios ha generado un subregistro significativo de estos crímenes atroces.
En medio de esta situación, varios colectivos feministas de Tunja se han unido en un fuerte y unánime llamado: ¡Basta de violencia contra las mujeres! Organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos y activistas han alzado su voz para denunciar la creciente ola de feminicidios y la inacción de las autoridades ante la magnitud del problema.
Uno de los puntos más críticos es la ausencia de políticas públicas eficaces que no solo prevengan los feminicidios, sino que también aseguren una respuesta rápida y adecuada a las víctimas de violencia de género. A pesar de los esfuerzos de las organizaciones para documentar estos casos, las denuncias siguen siendo desoídas y la justicia, en muchos casos, se queda corta. En municipios como Sogamoso, se han dado casos recientes que reafirman la urgencia de una intervención más decidida.
«Las mujeres no estamos seguras en nuestras casas, en nuestras calles, ni en nuestras ciudades. Nos están matando y nadie está haciendo lo suficiente para evitarlo», denuncian las líderes feministas que han convocado movilizaciones en diferentes puntos de Boyacá, exigiendo medidas concretas para frenar la violencia y garantizar justicia para las víctimas.
La falta de una respuesta institucional a la crisis de violencia machista ha generado una creciente indignación entre las mujeres de Boyacá, quienes piden a gritos que se destinen más recursos para la prevención, la protección y el acceso a la justicia.
Este panorama de violencia y desprotección ha encendido las alarmas en toda la región. La pregunta es clara: ¿hasta cuándo se ignorará el clamor de las mujeres? Boyacá y todo el país enfrentan una emergencia de violencia de género que exige acciones urgentes para salvaguardar la vida y la dignidad de las mujeres.
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