El sector agrícola en Colombia atraviesa una creciente crisis, impulsada por el descontento de los agricultores ante lo que consideran incumplimientos por parte del gobierno nacional. Este descontento se ha traducido en un nuevo paro nacional, que se centra principalmente en los agricultores de cebolla de Boyacá, quienes desde el 30 de octubre de 2024 habían llegado a acuerdos con el gobierno, pero aseguran que estos no han sido cumplidos.
En una entrevista con el programa 6AM de Caracol Radio, Juan Gil, vocero de los agricultores de cebolla de Boyacá, expresó su frustración con la falta de avances en las negociaciones. Según Gil, a pesar de que se establecieron plazos para la creación de tres mesas técnicas con el gobierno, las mismas aún no han sido completadas, lo que ha intensificado las tensiones entre el gremio y el Ejecutivo.
“Desde el 30 de octubre acordamos con el gobierno que en 15 días tendríamos las mesas técnicas, pero hoy, casi dos meses después, no hemos podido culminarlas. No hay voluntad de negociar, el gobierno se escuda en las mesas pero no propone soluciones”, afirmó Gil. Además, destacó que el gobierno se ampara en acuerdos previos y tratados internacionales que, a su juicio, están perjudicando a los agricultores nacionales sin que se busquen alternativas o cambios en la política comercial.
Los Bloqueos y la Inestabilidad en Boyacá
Ante la falta de respuesta del gobierno, los agricultores de Boyacá han decidido tomar medidas drásticas. Los puntos de bloqueo clave están ubicados en el puente de Boyacá y en la vía de Paipa en Sogamoso, dos rutas cruciales en el departamento. El objetivo es presionar para que se retomen las negociaciones y se logren acuerdos que protejan los intereses del sector agrícola.
Gil explicó que, a pesar de haber hablado con la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, la respuesta del gobierno sigue siendo insatisfactoria. “La ministra se escuda diciendo que sin las mesas técnicas no hay una ruta viable para el sector. No nos proponen soluciones reales y las mismas excusas se siguen repitiendo. El presidente debe buscar una forma directa de contactar a los representantes del gremio y entablar una ruta de solución efectiva», sostuvo el vocero.
Corredores Humanitarios y Solidaridad Entre Sectores
A pesar del paro, los agricultores han manifestado su compromiso con la población colombiana, estableciendo corredores humanitarios para no afectar el suministro de productos esenciales. Entre estos, se incluyen rutas específicas para los productos agropecuarios y para productos lácteos, conscientes del impacto que tendría una nueva interrupción en la cadena de suministro.
Gil hizo énfasis en la grave situación de los productores de leche, mencionando que una pérdida adicional de un litro de leche podría significar la ruina para muchas familias que dependen de la producción láctea para su sustento diario. «Si no se vende el litro de leche, una familia entera no come. Por eso, estamos dispuestos a generar incomodidad, pero entendemos que esta situación es justificada», explicó.
El vocero también recordó los efectos devastadores del paro camionero anterior, que causó grandes pérdidas en el sector agropecuario. “La gente no está dispuesta a aguantar una pérdida más. Es necesario que se busque una solución rápida y efectiva, porque el campo no aguanta más”, afirmó Gil.
El Futuro del Sector Agropecuario y las Negociaciones Pendientes
El paro nacional convocado por los agricultores de Boyacá refleja un malestar creciente que podría extenderse a otros departamentos si el gobierno no ofrece soluciones claras. El sector agropecuario, que atraviesa momentos difíciles debido a la falta de políticas de protección y a la competencia desleal de productos importados, exige que se tomen medidas inmediatas para garantizar su supervivencia y la de miles de familias colombianas que dependen de la agricultura.
Con las mesas técnicas aún sin completar y las negociaciones estancadas, la incertidumbre persiste para los agricultores. El gremio hace un llamado al presidente y al gobierno en general para que tomen acción antes de que el malestar se intensifique y afecte aún más la estabilidad económica y social del país.
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