Los esperados conciertos del Aguinaldo Boyacense en la plazoleta de Las Nieves de Tunja, que contarán con la participación de artistas como Andy Rivera, Diamante Eléctrico y Oh’laville el 17 y 18 de diciembre, se encuentran en un escenario incierto debido a una acción popular interpuesta en 2007, que aún tiene efectos legales en la zona.
En aquella ocasión, el líder social de Tunja, Camilo Andrés Mendoza, presentó una acción popular que buscaba impedir la realización de verbenas y conciertos en este emblemático lugar debido al fuerte impacto del ruido que generaban y las molestias a los residentes del sector, especialmente a los habitantes del asilo San José. En 2010, el fallo judicial favoreció a Mendoza, lo que dejó en suspenso la realización de eventos de gran magnitud en la plazoleta.
El problema radica en que, según Mendoza, para este año se han programado dos conciertos dentro de las festividades del Aguinaldo Boyacense sin que se haya tenido en cuenta esta resolución judicial. El líder social también resaltó que, en el entorno cercano a la plazoleta, se encuentran el Colegio Salesiano Maldonado y el asilo San José, lugares que según el Plan de Ordenamiento Territorial no permiten la venta de bebidas alcohólicas en las cercanías debido a la alta afluencia de público en eventos de estas características.
“En 2007, había un desaseo terrible y el impacto de los eventos fue palpable, afectando a los vecinos y al mismo asilo. Es sorprendente que, a pesar de esta acción popular y el fallo a favor, se haya decidido programar conciertos sin tomar en cuenta esta situación”, afirmó Mendoza.
El conflicto ha escalado aún más, ya que este lunes el líder social presentó ante el Juzgado Trece Administrativo un incidente de desacato contra el alcalde de Tunja, Mikhail Karsnov, por no haber acatado la decisión judicial. Esto pone en vilo la realización de los conciertos, ya que las autoridades deberán pronunciarse sobre el cumplimiento o no de la acción popular.
Mientras tanto, los fanáticos del Aguinaldo Boyacense esperan con ansias la celebración, pero el futuro de estos eventos en la plazoleta de Las Nieves está ahora en manos de la justicia. El desenlace podría afectar no solo la programación del festival, sino también la convivencia entre la comunidad y los organizadores del evento. La resolución de este conflicto legal será clave para determinar si la fiesta se llevará a cabo o si se tendrá que buscar otro escenario para los conciertos más esperados de la temporada.
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