Solo el 48,2% de los municipios colombianos cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales: un desafío para la sostenibilidad del país
A tan solo días del inicio del Foro Mundial del Agua en Brasil, donde se debatirán temas clave sobre el manejo del agua en Latinoamérica, una alarmante cifra en Colombia destaca: solo el 48,2% de los 1.122 municipios del país cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR). Este dato, revelado por el informe “Estudio Sectorial de los Servicios Públicos Domiciliarios de Acueducto y Alcantarillado” de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios), subraya una gran brecha en la infraestructura del país, que sigue luchando por garantizar el adecuado tratamiento y disposición de las aguas residuales.
Según el informe, 541 municipios de los 1.122 registrados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) cuentan con algún tipo de planta de tratamiento. Esto significa que más de la mitad de los municipios colombianos no cuentan con los sistemas adecuados para sanear el agua y prevenir la contaminación de sus fuentes hídricas.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales son esenciales para evitar la contaminación de los cuerpos de agua, que afectan tanto la salud humana como el medio ambiente. Actualmente, en Colombia, la Ptar Salitre, en Bogotá, se encuentra en proceso de ampliación y optimización con una inversión estimada de $1,5 billones. Esta ampliación, que aumentará la capacidad de tratamiento de 4 a 7 metros cúbicos por segundo, beneficiará a miles de habitantes del norte y centro de la capital y mejorará la calidad del Río Bogotá, uno de los más contaminados del país.
Por su parte, la PTAR Canoas, un proyecto aún en construcción, contará con una inversión de $4,5 billones y tiene como objetivo tratar 14 metros cúbicos de aguas residuales por segundo, lo que contribuiría a reducir en 146.000 toneladas anuales la contaminación vertida al Río Bogotá. Sin embargo, a pesar de estos avances, Cundinamarca y otras regiones siguen enfrentando rezagos en infraestructura, lo que afecta gravemente la calidad del agua y la vida de quienes habitan cerca de estos cuerpos de agua.
Maurice Bernard, director de la Agencia Francesa para el Desarrollo en la Zona Andina, destacó que el atraso en el tratamiento de aguas residuales en Colombia y en la región es colosal, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de los ecosistemas y aumenta la vulnerabilidad ante fenómenos climáticos como lluvias e inundaciones. Esta realidad es preocupante, especialmente porque el 75% de la población latinoamericana vive en zonas urbanas, que demandan soluciones urgentes de saneamiento eficiente.
En un contexto global donde el tratamiento adecuado del agua es vital para la salud y el desarrollo económico, las infraestructuras de saneamiento en Colombia siguen siendo una asignatura pendiente. Néstor Franco, director de la Corporación Autónoma de Cundinamarca, expresó que, aunque se priorizó la cobertura de agua potable, el tratamiento de aguas residuales quedó rezagado, lo que ha generado un impacto negativo tanto en el medio ambiente como en la economía del país.
El Foro Mundial del Agua se presenta como una oportunidad para que Colombia, y la región en general, compartan experiencias y estrategias para enfrentar este desafío, con el fin de garantizar la salud pública, la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las generaciones futuras.