Cuatro personas fueron capturadas en el marco de una operación conjunta entre el Gaula y el grupo de inteligencia de la Policía Nacional, desarticulando un grupo criminal que operaba desde centros penitenciarios en Pereira y Tunja. Los detenidos, tres en Pereira y uno en Tunja, fueron acusados de extorsión agravada y concierto para delinquir, tras ser identificados como miembros del grupo delincuencial Artemisa.
La investigación revela que los detenidos, todos reclusos, se dedicaban a extorsionar a otros internos dentro de las cárceles, exigiendo grandes sumas de dinero a cambio de evitar ser víctimas de tratos inhumanos, intimidaciones y agresiones tanto físicas como psicológicas. Según las autoridades, esta red de extorsión había logrado generar una renta aproximada de $50 millones, producto de las amenazas y presiones sobre sus víctimas.
El modus operandi de los extorsionadores consistía en utilizar su posición dentro de la cárcel para mantener el control sobre otros internos, a quienes obligaban a pagar para garantizar su bienestar y evitar represalias dentro del sistema penitenciario. La operación que llevó a la captura de los involucrados es el resultado de un exhaustivo trabajo de inteligencia y seguimiento por parte de las autoridades, que culminó en los procedimientos realizados en ambas ciudades.
Este caso pone en evidencia la creciente problemática de la extorsión desde las cárceles del país, donde grupos delictivos siguen operando incluso desde el interior de los centros de reclusión. Las autoridades reiteran la importancia de fortalecer las medidas de control y vigilancia dentro de los penales para evitar que estos delitos sigan afectando a la sociedad y a los mismos internos.
Con la captura de los miembros del grupo Artemisa, las autoridades esperan desmantelar una de las redes de extorsión más activas en los centros penitenciarios de la región, y continúan con las investigaciones para identificar y capturar a otros posibles miembros de la organización.
Acerca del autor
