La situación descrita en la Cárcel y Penitenciaría El Barne en Cómbita, Boyacá, es preocupante y refleja deficiencias significativas en la alimentación suministrada a los internos. La alerta del Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, sobre una posible huelga de hambre por parte de los reclusos subraya la gravedad de la situación.
El hecho de que el nuevo operador del servicio entregue comidas a destiempo, en limitadas porciones y con falencias de calidad es motivo de inquietud, ya que afecta directamente la salud y el bienestar de las personas privadas de la libertad en el centro penitenciario. La solicitud de garantizar condiciones dignas de alimentación a alrededor de 4000 personas es una llamada urgente a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios para abordar y resolver este problema.
Es relevante que el Defensor del Pueblo haya señalado que, a pesar del compromiso del operador para resolver la situación, las condiciones persisten, lo que aumenta el riesgo de una huelga de hambre por parte de los internos. La entidad protectora de los derechos humanos ha destacado en repetidas ocasiones las fallas constantes en ese centro de reclusión, subrayando la necesidad de abordar de manera integral los problemas que afectan a los internos.
Esperamos que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para garantizar el derecho fundamental de los reclusos a una alimentación adecuada y en condiciones dignas. La situación también destaca la importancia de abordar las deficiencias estructurales en el sistema penitenciario para garantizar el respeto de los derechos humanos de todos los individuos bajo custodia.