Polémica en Paipa: Alcalde Germán Camacho justifica demolición de casas en el Parque Jaime Rook
En medio de una creciente controversia, el alcalde de Paipa, Germán Camacho, defendió su decisión de demoler dos casas ubicadas en el Parque Jaime Rook, decisión que ha generado debates sobre la conservación del patrimonio cultural de la ciudad. En una reunión con la directora de Patrimonio y la secretaria General del Ministerio de las Culturas, los Artes y los Saberes, Camacho explicó las razones detrás de su determinación y la situación que enfrenta el municipio.
«Este problema se me estalló en las manos,» expresó el alcalde Camacho, refiriéndose a la complejidad y urgencia de la situación. Durante el encuentro, Camacho presentó el Plan de Ordenamiento Territorial, el cual, según él, demuestra que no hay claridad sobre la declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) de las dos casas en cuestión. «No están georreferenciadas, ni las direcciones ni las fotos corresponden, y por eso hay bastantes dudas,» afirmó.
El alcalde también mencionó un incidente previo que agravó la situación: «Una parte de la casa se cayó en una casa contigua, hiriendo a un trabajador de la panadería.» Este evento subrayó los riesgos asociados con mantener las estructuras en pie. «Yo soy arquitecto, fui profesor de patrimonio de la universidad y a mí es una de las personas que más me duele la demolición de las casas… pero hoy más que arquitecto soy alcalde y debo velar por la integridad de las personas,» explicó Camacho.
En la reunión con el Ministerio, el alcalde fue enfático sobre la responsabilidad en caso de futuros accidentes: «Si mañana se presenta un accidente como el que ya había ocurrido y hay un muerto, no lo va a pagar ni el Ministerio, ni el Consejo Departamental de Patrimonio, y la responsabilidad debo asumirla yo.»
Camacho argumentó que la falta de claridad sobre el estatus de BIC de las casas y la ausencia de inversiones para su mantenimiento durante más de 20 años justifican su decisión. «Hoy puedo ser señalado como quien autorizó la demolición de las casas, pero también miremos durante 20 años o más, qué hizo todo el mundo: nadie invirtió un peso, la casa empezó a caerse, no pasó nada.»
Las casas, deshabitadas por mucho tiempo, representaban un riesgo considerable para la comunidad. Desde 2009, había solicitudes de vecinos alertando sobre el peligro que representaban las viviendas, incluyendo solicitudes de fumigación debido a vectores, que no se realizaron debido al riesgo latente.
La decisión del alcalde de demoler las casas se tomó en un contexto de preocupación por la seguridad pública y la falta de claridad sobre el estatus patrimonial de las estructuras. A medida que la discusión continúa, Camacho mantiene su postura de que la seguridad y el bienestar de los habitantes de Paipa deben ser la prioridad.