En el marco de la Cumbre Campesina rumbo a la COP16, celebrada en Fusagasugá, Cundinamarca, el Gobierno Nacional anunció la firma de un decreto histórico que busca fortalecer las Zonas de Reserva Campesina (ZRC). Este instrumento legal, que será radicado en la Presidencia de la República, tiene como principal objetivo reconocer el papel fundamental del campesinado organizado en la protección de la biodiversidad y la gestión sostenible de las áreas de reserva forestal, establecidas por la Ley 2° de 1959.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, destacó la importancia del decreto, subrayando la alianza entre los sectores de Agricultura y Ambiente para permitir la constitución de ZRC sobre baldíos, sin necesidad de sustracción. “Hemos reconocido conjuntamente que el campesinado es y puede ser un custodio de la biodiversidad y del agua, y que en esas Zonas de Reserva Campesina tenemos un plan de desarrollo sostenible donde el Ministerio de Ambiente trabajará con el campesinado para esa economía forestal,” mencionó la ministra.
Este decreto consolida el subsistema 2 del Sistema Nacional de Reforma Agraria como una instancia clave para la coordinación, planeación y toma de decisiones vinculantes, dinamizando así el cumplimiento de los planes de desarrollo sostenible en estas zonas. Además, incorpora un enfoque de género, priorizando el acceso a la tierra y el desarrollo rural para las mujeres, y promueve medidas afirmativas para las juventudes rurales.
El evento también fue escenario de la firma de una declaración conjunta entre las ministras de Agricultura y Ambiente, que refuerza el compromiso del Gobierno en reconocer al campesinado y a las comunidades étnicas como principales guardianes de la biodiversidad y de la producción agroalimentaria sostenible.
Durante la cumbre, cientos de organizaciones campesinas, asociaciones y cooperativas rurales presentaron una declaratoria con peticiones al Gobierno Nacional, instando a que el decreto se convierta en una política pública vinculante. Estas organizaciones enfatizaron la necesidad de avanzar en la protección de la vida, la defensa de la tierra para la producción sostenible y la construcción de justicia climática, pilares fundamentales para que Colombia se consolide como una Potencia Mundial de la Vida.
La firma de este decreto es un paso significativo hacia la consolidación de las Zonas de Reserva Campesina como territorios vitales para la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, reconociendo al campesinado como un actor esencial en la lucha contra el modelo global de agronegocio y extractivismo.